Después del ensayo de luces de hoy vuelvo a mi casa y mi cabeza vive literalmente “una borrachera de pasos de jazz” que ustedes bailaron hoy. Por eso, me siento y escribo.
Sé, porque lo percibo en casi todas o en las que más conozco, que están disfrutando el hecho de ser parte de una Compañía de Danzas, de un grupo de entrenamiento, de un laboratorio.
Yo quiero decirles que lo de mañana es mucho más que un show de danzas, mucho más que secuencias de movimiento encadenadas. Mucho pero mucho más.
Detrás de cada escena aparece la creatividad de una artista al servicio de la expresión a través de la danza: Celes. Su grandeza como artista está en la humildad de compartir su creación. Y lo bueno está en que la ustedes están conectadas a la sensación de su obra.
Es mucho lo que se juegan mañana. Creo que la única forma de defenderlo es siendo fieles a la idea de que son parte de un hecho creativo, sincero.
Mientras mis manos manejaban las luces, veía la pasada por primera vez. El diseño espacial para la puesta es muy dinámico. La función se me hizo corta.
Disfruten. Aprovechen la experiencia.
Les dejo un párrafo de un libro de teatro que estoy leyendo, absolutamente aplicable a la danza. Es de Grotowsky.
...Al inicio era un teatro. Luego un laboratorio. Y ahora es un lugar donde espero ser fiel a mí mismo. Es un lugar donde cuento con que cada uno de mis compañeros pueda ser fiel a sí mismo. Es un lugar donde el acto, el testimonio dado por un ser humano será concreto y carnal. Donde no se hace gimnasia artística, trucos. Donde nadie sueña con dominar un gesto para “expresar” lo que sea. Donde se tienen ganas de ser descubierto, revelado, desnudo; verdadero de cuerpo y de sangre, con toda la naturaleza humana, con todo eso que ustedes pueden llamar como quieran: espíritu, alma, psique, memoria, etc. Pero siempre en forma palpable, también digo: carnalmente pues de forma palpable. Es el encuentro, el salir al paso del otro, el bajar las armas, la abolición, del miedo de los unos frente a los otros, en toda ocasión. He aquí lo que querría que fuese el teatro laboratorio. E importa poco que se llame laboratorio, importa poco si se continúa a llamarlo teatro. Un lugar tal, un sitio tal, es indispensable. Si el teatro no existiera, hubiéramos encontrado otro pretexto.
Saludos
Pablo Sánchez
Director General
Escenario Musical